Avance tecnológico: ¿bueno o malo?

En el siglo XXI las posibilidades que nos da la tecnología son infinitas. Sobre todo en aquellas áreas relacionadas con la comunicación. Los distintos dispositivos están al alcance de grandes y chicos, y si bien tienen muchas ventajas, también tienen desventajas.

Un claro ejemplo de esto son los teléfonos móviles, que se han transformado en una herramienta indispensable para todos los sujetos. Su irrupción en el mercado (hace ya unos cuantos años) tuvo que ver con una necesidad: la de localizar a las personas en cualquier momento o lugar. Sin embargo, hoy en día poco queda de esa necesidad. El celular se ha convertido en el aparato que permite un contacto permanente, pero efímero; su función comunicativa se reduce al contacto permanente, a saber que del otro lado siempre hay alguien.

Uno de los factores que contribuyen a que esto sea así son los mensajes de texto o SMS. Éstos comenzaron a ser de uso común en el año 2004 (aproximadamente) y se han transformado en una herramienta indispensable para la sociedad actual. Si bien este modo de comunicarse cuenta entre sus ventajas con la rapidez y el bajo costo, también tiene contras.

En primer lugar podemos decir que el SMS, en muchas ocasiones, suplanta la comunicación vía telefónica lo cual hace que quién está del otro lado se vea deshumanizado. En este sentido es posible afirmar que en cierto modo, los mensajes de texto reemplazan a la comunicación cara a cara.

Otra de las desventajas es la relacionada con el lenguaje que se usa para escribirlos. El vocabulario ha sido absolutamente adaptado a lo sintéticos que deben ser los SMS. El nuevo lenguaje ya no respeta reglas ortográficas ni de ningún tipo. Esto hace que los adultos deban acostumbrarse, a lo que en un principio es considerado como un jeroglífico de letras y signos de puntuación amontonados y sin ninguna coherencia. Por otro lado trae como consecuencia que niños y jóvenes trasladen dicho léxico (escueto en demasía) a la vida real.

En otro orden de cosas, los teléfonos móviles ya no solo tienen una función comunicativa, sino que también funcionan como reproductores mp3, graban voz y video, sacan fotos y permiten almacenar datos. Los más innovadores también hacen posible la conexión a Internet.
Una de las controversias mas recientes en cuanto al celular, es la utilización de los mismos en las escuelas. Lo que se cuestiona es que los chicos concurran al colegio con celulares (también mp3, mp4, etc) porque no prestan atención en clases, entre otras cosas. Ante la posibilidad de una ley para impedir el acceso de los chicos a los establecimientos educativos con estos aparatos se generó el debate.

Esta situación hace pensar que es necesario poner límites a las nuevas tecnologías y no dejar que estas nos sobrepasen. Hay que tener en cuenta que el problema no reside en si los avances tecnológicos son buenos o malos, sino que lo serán de acuerdo a cómo se los emplee.
Por ello, de ahora en más el desafío está planteado: ¿cómo fomentar el “buen uso” de los avances tecnológicos y lograr que nos faciliten la vida, sin perjudicar otras áreas?